CORRUPCIÓN. ¿SE NACE
O SE HACE?
Como
dijo Platón, “una vida sin examen no vale la pena vivirla”. Por
eso, tras clarificar algunos conceptos como prevaricación,
extorsión, soborno o cohecho, nos dispusimos a examinar múltiples
campos en diversas situaciones, haciendo referencia a la corrupción,
con la intención de indagar en este concepto en un contexto
multidisciplinar, ya que a veces se pueden dar situaciones ambiguas,
difíciles de comprender. Por ejemplo, ¿se puede hablar de víctimas
en los sobornos o se establece siempre un compromiso entre las
partes? Pilar cree que siempre hay una tercera persona implicada como
vícitma. Sagrario está de acuerdo con esto. Sin embargo, Pablo no
ve tal victimismo si esa tercera persona no es extorsionada. A lo que
Silvia responde que cualquier sujeto sometido a una presión (aunque
sea favorable) se convierte automáticamente en vícitma. Por tanto,
el soborno etaría constituyendo una privación de libertad. Pero
pongamos el ejemplo de que yo he hecho asistir a uno de los
componentes del Café Filosófico a cambio ciertos regalos que me han
servido para persuadirlo de venir. Se establecería aquí una
diferencia entre los conocedores de lo que se oculta detrás de la
simple intención de venir al Café y los que no tienen idea alguna.
Aquellos miembros que no son cinscientes de las diferencias
intencionales de asistir entre unos otros, serán más víctimas que
aquéllos que sí lo saben. ¿Pero se trataría esta situación de un
soborno, o más bien, como dijo Dani, de un incentivo? Además,
recalca Dani, aunque haya quien no sepa que otros están asistiendo a
la misma actividad siendo beneficiados, no por ello deja de ser
víctima (ejemplo del caso de envenenamiento entre los camareros de
Galicia). Pilar, a colación de esto, hizo referencia a las empresas
en cuanto a la productividad de los empleados. Ell@s no desconocen su
situación ante los estándares de productividad que tienen que
alcanzar. No obstante, si no los alcanzan pueden ser despedid@s, por
lo que se estaría dando aquí un caso de privación de libertad, ya
que no producen libremente dentro de una situación justa para el
trsbajador. Estaríamos por tanto ante un germen de corrupción. Esto
lo utilizan muchas empresas en su doble moral (Carlos Alberto
BRIOSCHI. Breve historia
de la corrupción. De la antigüedad a nuestros días.
Madrid: Taurus, 2010, p.229). Sin embargo, dice, Ángel, hay que
tener en cuenta el tipo de trabajo del que se hable. Pero sea cual
sea la perspectiva, no se puede negar la parte humana que constituye
a todos los trabajadores, y Margarite hace referencia a esos bomberos
que se negaron a desahuciar a la anciana, mientras que quizás otros
no presten esa ayuda por miedo a perder el dinero con que se
mantienen mensualmente...
Y
pregunto, ¿están los casos de corrupción relacionados siempre con
el dinero? Para Juan, no necesariamente. ¿Copiar en un examen es un
modo de corrupción? A Margarite no le queda muy claro, en el sentido
de que corrupción tiene un matiz más fuerte. Parece que ha de haber
más intereses de por medio, más beneficios que un simple aprobado.
Además, suele darse también, matiza, Dani 2, un alto nivel de
manipulación. Jorge F. MALEM SEÑA distingue, en Aspectos
éticos, económicos, políticos y jurídicos
(Barcelona: Gedisa, 2002) tres tipos de corrupción: negra (existe
consenso entre las élites y la opinión pública acerca de que un
acto particular es merecedor de reproche,manifestando conformidad
para que sea castigado), gris (existe cuando algunos elementos
desearían ver la acción como penalizada aunque otros sean de una
opinión distinta, mientras que la mayoría de la población mantiene
una posición ambigua) y blanca (la mayoría de las élites y de la
opinión pública consideran ciertos actos de corrupción como
tolerables , por tanto no apoyan vigorosamente su criminalización).
Para Ángel nos encontramos actualmente ante casos de corrupción
blanca, y esto parece estar injustamente justificado en el hecho de
que ignorar los delitos permite no caer en ciertos círculos de
exclusión o cambios de sistema. Dani expresa esta percepción de la
realidad como maquiavélica. Los malos se defienden porque pertenecen
al mismo círculo; y acusando corren el riesgo de ser parte de los
acusados. Margarite define la situación como espectáculo dantesco.
¿Son los políticos un reflejo de la sociedad? Parece que,
desgraciadamente, sí. De hecho, nos dice Dani, sería perfectamente
factibe vivir bien en un país idílico en el que nadie se comportara
como un político. Pero, ¿por qué la ciudadanía es un reflejo de
la política o viceversa pero en menor medida y pagando por los
castigos en vez de salir impunes como ellos? Se habló en este caso
de economía sumergida, la cual much@s reconocieron haber ejercido,
pero por supuesto en muchísima menor medida que, por ejemplo,
aquellos pagos en B tan en voga actualmente. ¿No llega la ciudadanía
a tales extremos por no estar tentada a más, o por principios? Para
Pilar, más bien es la primera opción. Para Dani, no depende de la
tentación, ni de los principios, sino del sistema. El capitalismo
coarta los principios, y la corrupción es inherente al capitalismo.
Es difícil que esto cambie mientras las opciones de elección
siempre dependan del dinero... Y mientras la publicidad ejerza
también la corrupción como arma manipuladora (Sagrario de la vuelta
a la información con respecto a la lactancia: ¿cuáles son los
fines de recurrir de nuevo a estos anuncios?). Dani 2 apuntó que “la
verdad en el espectáculo es un momento de la mentira”.
Resumiendo...
el ser humano, en primer lugar, era así, después, se lo montó así,
nos dice Dani. A los sujetos humanos les invade un instinto de
beneficiarse a sí mismos que se ha ido alimentado por el sistema; y
ahora ya no tiene justificación alguna. En la Declaración de
Derechos Humanos no se habla del derecho a la gestión. Sagrario
recalca que habríamos de tener un claro derecho a gestionar nuestros
propios recursos. Se trata de recuperar la ciudadanía, dice Dani 2.
pero hablemos de alternativas, de medidas... Parece ser, de acuerdo
todos con Dani, que una de las medidas inmediatas habría de ser el
obligado cumplimiento del castigo. Pero, ¿cómo? Pregunta Margarite.
¿Qué hacemos? Reclama Silvia. Y responde Margarite: “por lo
menos, abuchear”. Ángel opina que estamos anestesiados. Pero Dani
es optimista, pues hay gente capaz de ponerse a pensar, nos dice, a
pesar, o quizás por la causa, de no tener un entorno favorable. Por
ello Sagrario nos recomienda ¿Qué
es Ilustración?
De Kant, porque no somos culpables, pero sí responsables. Y como
humanos, una especie corrompida.
Muchas gracias a tod@s por asistir, y nos vemos el próximo martes
26 de marzo con la propuesta “¿Por qué no despertamos”
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