CAFÉ FILOSÓFICO Nº 24
PENSAMIENTO CRÍTICO
¿Qué
es el pensamiento crítico? Tras tomar asiento y energía con algunos
de los dulces que se ofrecían en la sala, comenzó el diálogo entre
l@s diferentes comensales. Ángel fue el primero que se lanzó,
comentándonos que para él, el pensamiento crítico es la valoración
de algo o alguien realizada de manera objetiva. A lo que Luis
respondió con un tono un tanto irónico que a los españoles nos
encanta ser objetivos pero siempre poniendo nuestro punto de opinión
en la oratoria. Álvaro no descarta la objetividad, pero añade que
no basta con eso, ya que la subjetividad también merece ser
valorada. Sagrario deja de lado el plano objetividad/subjetividad y
ofrece como definición del pensamiento crítico aquella manera de
pensar abierta, no dogmática, sujeta y capaz de revisión. Antonio
apoya esta definición y dice además que el pensamiento crítico es
un pensamiento que se cuestiona y abierto a ser, de hecho,
cuestionado. Pero nos hace una pregunta: “¿puede haber algún
pensamiento que no sea crítico?” ya que pensar, aclara, significa
cuestionar lo que nadie cuestiona.
Parece
que, si en elgo están tod@s de acuerdo, es en que es esencial
hacerse preguntas para pensar de un modo crítico. No obstante, ¿se
educa a las personas para que aprendan a formular preguntas o
solamente para que respondan?. Robert Fisher, en su obra Diálogo
creativo. Hablar para pensar en el aula
decía lo siguiente: “Si los niños están siempre en el extremo
receptor de las preguntas es posible que no aprendan a formularlas
por su cuenta (…) Tenemos que utilizar las preguntas para comprobar
lo que saben los niños, pero también para estimular su pensamiento,
su aprendizaje y su formulación de preguntas.” Ángel cree que se
limita la capacidad de reflexión. Luis cree que en la sociedad a la
que pertenecemos crecemos siguiendo normas y una vez que vamos
conociendo y comparando más datos, estos datos terminan por
contradecirse. Para Sagrario, la forma de actuar de los padres tiene
mucho que ver en este proceso que impide a los más pequeños hacerse
preguntas. Cree que padres y madres tienden a dar continuamente
respuestas que cierran un proyecto. L@s niños son borbotones de
preguntas, y tanto las familias como el sistema eduativo tienden a
tapar esos borbotones, a evitar que se extiendan. Y la tapadera tiene
forma de currículos y programas que se imponen en los centros
educativos. De este modo, damos los procesos por concluídos. Álvaro,
como alumno, también ha visto reprimida su curiosidad cuando en
ciertas clases terminan por contestarle “esto es así porque sí”.
Antonio, en cambio, no cree que la curiosidad de much@s genere
crítica, sino cotillas. Dice que el motivo por el cual la curiosidad
no fomenta la actitud crítica es porque siempre recibe una
respuesta, y las respuestas no se reciben, sino que hay que ir
siempre tras ellas. Sin embargo, Sagrario rompe una lanza por la
curiosidad en el sentido aristotélico o popperiano como las ganas de
conocer. El pensamiento crítico, en este sentido, es como un hambre
que nunca cesa, pero que hay que satisfacer de manera continua.
Ángel
va más allá y nos dice que no se tienen en cuenta modelos
alternativos a los impuestos, y esto frena tajantemente el
pensamiento crítico porque sólo interesa la productividad. La
sociedad discrimina a la gente que opta por un camino alternativo a
esta productividad. Eso nos recuerda a Herbert Marcuse en Eros
y razón dialéctica cuando
escribía “La libertad ha quedado radicalmente adulterada, y lo que
se desea ya nada tiene que ver con lo que uno es, sino con lo que la
producción necesita (…) y la satisfacción de los deseos es algo
que el sistema productivo fácilmente logra, ya que en esa
(pseudo)satisfacción se cumple el fin del sistema mismo: su
indefinido mantenimiento.” Antonio explica que a veces confundimos
lo que queremos con lo que no queremos, ¿queremos medrar en una
empresa o tener tiempo para disfrutar de nuestro tiempo? Ésa es la
clave, aprender a diferenciar lo que queremos de lo que el sistema
quiere de nosotros.
Gracias
a tod@s l@s asistentes y nos vemos el 26 de noviembre con el tema
“Necesidades y deseos en la sociedad de consumo”.